Un folículo piloso puede contener 50.000 gérmenes, y un cepillo puede contribuir a su aparición. Además, los peines también pueden recoger residuos de productos para el cabello que pueden volverse pegajosos y atraer la suciedad. “También tenemos muchas bacterias en la piel, y lo que puede afectar a una persona podría no afectar a otra”, Así, enfermedades como el impétigo, una infección contagiosa de la piel que generalmente produce ampollas o llagas en la cara, el cuello o las manos pueden propagarse de una persona a otra al compartir un cepillo. Para evitar esto, un cepillo se debe cambiar cada cuatro años máximo, pero mucho antes si las cerdas se dañan, ya que puede dañar el cuero cabelludo, causando la propagación de potenciales infecciones.
2. Esponjas
Es difícil imaginar que las esponjas pueden hacer cualquier cosa
menos mantener limpio el cuerpo, pero los expertos advierten que el
hecho de no sustituirlas regularmente, plantea serios riesgos de salud.
El dermatólogo británico Sam Bunting aconseja que las esponjas de
plástico se reemplacen al menos cada dos meses máximo para evitar la
acumulación de bacterias. Para mantenerlas limpias, se aconseja mojarlas
y meterlas en el microondas entre 30 y 60 segundos, a potencia media.
También se pueden introducir en la lavadora o lavavajillas, y sobre
todo, mantenerla en un lugar seco después de su uso, por ejemplo en una
ventana abierta, en lugar de la ducha.
3. Sujetadores
Pregunta a cualquier mujer y es probable que llegue a admitir el uso
de sujetadores hasta que el cable prácticamente comienza a salir. Pero
los expertos en el tema sugieren que la ropa interior nunca debe
celebrar un cumpleaños, debiéndose sustituir regularmente. “Esto puede
sonar extravagante, pero si usas un sujetador con regularidad, incluso
si es de alta calidad y cuidas bien de él, comenzará a perder el apoyo y
la comodidad, así como su función principal”, dijo Elise Recour,
gerente general de Gossard. Y sin importar el tipo de sujetador que sea,
perderá su utilidad sustancialmente una vez pasados ocho meses.
4. Cepillos de dientes
Muchos de nosotros somos culpables de esperar a que nuestros
cepillos de dientes pierdan completamente su forma antes de pensar en
reemplazarlos. Sin embargo, esperar tanto tiempo podría dejarnos
propensos a tener las encías dañadas. según Amer Saeed, director clínico
de Garden Square Dental, en Londres. “Los expertos dentales recomiendan
que tanto los manuales como eléctricos deben ser cambiados una vez al
mes si sufres sangrado de encías, y tres meses en cualquier otro caso.
Aunque no veas nada al principio, una combinación de desgaste y
mantenimiento pobre del cepillo puede causar una acumulación enorme de
bacterias que pueden conducir a la contaminación de las encías y una
posible infección.
5. Zapatillas de andar por casa
Después de un largo y duro día de trabajo, un viejo y confiable par
de zapatillas de estar por casa puede parecer la cosa más reconfortante
del mundo, por lo que no es de extrañar que no queramos cambiarlas
frecuentemente. Sin embargo, de acuerdo a expertos, nuestro cómodo
calzado es el entorno perfecto para la propagación de una infección por
hongos. Con el fin de evitar la extensión de las infecciones, estas
zapatillas deben ser lavadas adecuadamente y tan a menudo como sea
posible. Además, se deben cambiar cada seis meses para mantener los pies
higiénicos.
6. Cucharas de madera
Aunque no es necesario reemplazarlas tan regularmente como los
sujetadores o zapatos corrientes, las cucharas de manera también poseen
una fecha de caducidad. La madera es más porosa que el plástico o el
metal, por lo que es más susceptible al transporte de gérmenes y
bacterias. La bacteria particularmente prevalente en la cocina es la
Escherichia coli, generalmente de carne cruda o niños con hábitos de
higiene deficientes, lo que puede conducir a una intoxicación
alimentaria grave. Se recomienda cambiarlas cada cinco años máximo, pero
antes si se agrieta la madera, o si alguna parte se vuelve blanda u
oscura, ya que esto significa que la madera se ha podrido y retiene las
bacterias.
7. Almohadas
De acuerdo a los expertos, las almohadas están fabricadas para ser
reemplazadas cada dos a tres años como máximo, al menos una vez. Lisa
Artis, de Sleep Council, dijo: “Cuando han perdido su suavidad y grosor,
y se vuelven grumosas, descoloridas o deformes, se deben cambiar”. Una
buena almohada debe sostener la cabeza en la alineación correcta, es
decir, en la misma relación a sus hombres y columna vertebral, como si
estuviera de pie con la postura correcta. También debe sujetar
correctamente el cuello y los hombros para sostener la cabeza
completamente.
8. Extintores
Los fabricantes dicen que la mayoría de los extintores deben
funcionar entre 5 y 15 años, pero es algo de lo que no podemos estar
seguros. Se recomienda revisar el medidor de presión mensualmente. “Si
la aguja está en el área verde, es funcional”, dice una experta. Si está
en cualquier otro lugar, el extintor no es confiable y debe ser
reparado o reemplazado. Para un modelo más antiguo que no tenga medidor,
debe ser revisado por un profesional. Es mejor mantener un
mantenimiento anual en todos los modelos; Existen empresas que rellenan y
reparan extintores.
9. Jabón lavaplatos
Si eres de esas personas que aprovecha una oferta para comprar todo
un lote de jabón de platos, asegúrate de comprar únicamente lo que vayas
a usar en un periodo entre 12 y 18 meses, ya que de lo contrario, los
químicos empleados en el jabón perderán todo su efecto y no surtirán
ningún efecto. En el caso del detergente para lavavajillas automático,
intente no comprar más de lo que empleará en los tres meses siguientes.
Como puede observar, hasta los objetos menos pensados pueden dejar de
cumplir bien sus funciones.
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