Para hacer jabón se puede usar cualquier tipo de cerveza, pero nosotras hemos preferido la cerveza negra que es más rica que la cerveza rubia tanto en magnesio, como en potasio, fósforo y vitaminas.
La forma de agregarla al jabón es la misma que la de otros líquidos: puedes usarla al 100% como sustituto del agua
en la lejía o en el porcentaje que prefieras mezclada con agua
destilada, pero debes dejar la cerveza al aire libre durante bastante
tiempo (por ejemplo toda la noche) para que se evapore el gas y no queden después burbujas en el jabón.
Nosotras hemos usado una parte de cerveza (una lata) y otra de
cubitos de hielo, para enfriarla e impedir que suba tanto la
temperatura, evitando de esta forma que las propiedades de la cerveza se
vean además tan perjudicadas. Vamos con la receta:
¿Qué necesitamos?
- 900 g. de aceite de hueso de oliva.
- 200 g. de aceite de coco.
- 100 g. de margarina vegetal.
- 100 g. de aceite de girasol.
- 50 g. de sal del himalaya (también puede ser sal común pero esta sal le aporta muchísimos más minerales).
- 50 g. de azúcar.
- 0,5 g de vitamina E.
- 70 gotas de aceite esencial de mirra.
- Cerveza + agua destilada: 454 g.
- Hidróxido de sodio (sosa): 176 g.
- Colorante natural: 1 cucharadita de dióxido de titanio (para darle color blanco) disuelto en un poquito de agua.
¿Cómo se hace?
2. Cogemos un poco del agua que vamos a utilizar para hacer la lejía,
la calentamos en el microondas y disolvemos en ella la sal y el azúcar.
3. Vertemos en un recipiente los cubitos de hielo junto con la
cerveza (sin gas) y el agua con agua y azúcar. Le añadimos encima la
sosa mientras removemos lentamente.
4. Cuando la sosa se haya disuelto por completo comprobamos la temperatura y la apartamos.
5. Agregamos la vitamina E a la mezcla de aceites y la calentamos al
baño maría. Cuando se haya fundido el aceite de coco y la margarina
retiramos del fuego y medimos la temperatura.
6. En el momento en que ambas temperaturas se crucen echamos la lejía
encima de los aceites y batimos con la batidora al mínimo de velocidad.
7. Comprobaremos como se forma la traza y justo en ese instante
paramos de batir y le añadimos el aceite esencial y el colorante.
Nosotras hemos separado el jabón en dos recipientes, a uno le echamos el
colorante y al otro no para conseguir dos tonos, aunque se distinguen
poco porque le añadimos poco dióxido de titanio.
8. Removemos para unificar el tono y ya lo podemos verter en el
molde. Cubrimos con mantas para que guarde el calor y gelifique. Al día
siguiente, o cuando al tacto esté duro, ya lo podemos desmoldar, cortar y
dejar secar por 40 días antes de poderlos disfrutar.
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