Vivimos
sumergidos en una cultura del desperdicio: todo se desaprovecha, todo se
echa a perder por, simplemente, llevar un vida muy ajetreada en la que
no podemos permitirnos parar un momento para sacarle el mayor jugo a
todo lo que nos rodea.
Puede que esta introducción os parezca un poco pretenciosa porque vamos a hablar de bolsas de gel de sílice o bolsas desecantes, pero en realidad podréis comprobar que les podemos dar bastantes usos distintos en vez de tirarlas directamente a la basura.
Por aquellos y aquellas que ahora mismo no sepáis exactamente de qué estamos hablando: las bolsas desecantes son esos sobres o bolsitas llenas de pequeñas bolas que vienen en las cajas de dispositivos electrónicos, zapatos o ropa. Casi nunca les prestamos atención y raro es que no vayan de cabeza a la basura, pero la verdad es que podemos darles distintos usos que nos faciliten un poco la vida.
La función original de estos sobres es, en principio, hacer que la humedad no afecte negativamente o corrompa los productos que custodian ¿Cómo? Esas bolitas que se encuentran dentro de las bolsas están compuestas de dióxido de silicio, un material extremadamente poroso que absorbe de forma fácil y rápida la humedad de su entorno cercano.
De hecho, este material se usa también en algunas arenas para gatos precisamente con ese mismo objetivo de evitar que la arena quede demasiado húmeda.
Partiendo de esta base, podemos usar estos sobres de gel de sílice siempre que necesitemos eliminar la humedad de algún sitio, pero, por si vais necesitados de ideas, a continuación os pondremos algunos ejemplos de posibles usos que les podéis dar a estas bolsitas:
1Desempañar el parabrisas de tu coche
Los más amantes del motor puede que ya sepáis que, colocando unos sobres desecantes en el salpicadero y otras zonas de tu coche, haréis que los cristales de vuestro coche se empañen mucho menos.
2Secar un móvil que se ha mojado
Muchos hemos sufrido como condenados cuando nos hemos tirado al mar con el móvil en el bolsillo o cuando un torrente veraniego nos ha pillado por la calle cuando íbamos para casa. Si has guardado varias bolsas, puedes ponerlas todas en una caja y dejar el móvil se seque ahí. A partir de entonces solo tienes que esperar y cruzar los dedos para que tu móvil se recupere.
3Almacenar semillas en buen estado
Si estáis preparando vuestro búnker para el apocalipsis o si simplemente queréis montar un huerto, podéis usar las bolsas de gel de sílice para que estas no se pudran ni se llenen de moho. De nuevo, para hacerlo solo necesitáis llenar una cajita con los sobres y poner las semillas directamente ahí.
4Hacer que tus maquinillas de afeitar duren más
La humedad es el motivo principal por el cual una maquinilla de afeitar empieza a funcionar mal. Aunque no parezca posible, guardar tu maquinilla en bolsas de sílice hará que se mantenga afilada durante un período más largo de tiempo.
5Proteger tus fotos de época
Pese al encanto que tienen las fotos impresas a la “antigua” en vez de tenerlas solo en formato digital, la realidad es que estas se corrompen y se hacen viejas con el tiempo, pero, si guardamos esas fotos en algún cajón, podemos llenarlo de bolsas desecantes para hacer que se conserven mejor y no se agrieten y pierdan su calidad original.
6Guardar las cosas como plata en paño
La plata suele “volverse negra” con la humedad, pero con alguna bolsa de estas en nuestro joyero podemos evitar que esto suceda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario